Cuando aprendes a quererte ya no estás para cualquiera
Cuando no es, no es.
¿Cuántas veces hemos estado en relaciones conflictivas, intentando una y otra vez que resulten, sufriendo, sintiendo que el “amor de nuestra vida” no quiere estar a nuestro lado, preguntándonos una y otra vez por qué no resulta?
Cuando nos mantenemos en estas situaciones, seguimos estando en relaciones a medias por miedo a estar solas: nos engañamos creyendo que estamos en una relación de par a par y que pronto nuestro amado que tanto nos lastima cambiará (lo cual es una sí de nuestros sueños porque el de la realidad nunca va a cambiar) y seguimos justificando lo injustificable.
Nos vendieron un amor doliente, sufriente, tortuoso, el de buscar la media naranja porque sin la otra mitad no somos nada, el que el otro sea una posesión nuestra, como si tuviéramos un gran trofeo y mejor ni nombrar las películas con final infeliz, parece que todas las parejas felices tienen que morir trágicamente y se trunca el amor, y así nos instalan que el verdadero amor no existe, porque una vez que lo obtuviste te lo mataron en 1.30 hs de película!!
